Antonio Castillo Lastrucci ha sido sin duda uno de los imagineros que ha dejado huella en las cofradías sevillanas. Imnumerables tallas de dolorosas, crucificados, Ecce-Homo, misterios, figuras segundarias... con todo se atrevía. Fue también una persona que llevó la técnica de puntos al límite más extremo. El Señor de la Presentación de la Hermandad de San Benito fue su obra cúlmen y cumbre del artista de la Plaza de San Lorenzo. En la talla podemos ver rasgos personales del propio Castillo Lastrucci, la unión de los brazos y especialmente el dedo índice de la mano izquierda, en permanente tensión, rasgo específico del autor. Aquí os dejo esta fotografía tomada el pasado martes en su besamanos. Si nos fijamos en su mirada, la confundiríamos con la de su madre, Encarnación.
Entro a menudo en tu blog y suelen gustarme las entradas, pero ¿no te parece gratuito afirmar eso de obra cumbre?.
ResponderEliminarPor tu perfil veo que estudias Físicas, no historia del Arte. Y entiendo que quizás te dejes llevar por tus sentimientos pero de verdad, de verdad que de obra cumbre nada de nada.
Habla con cualquier profesional, licenciado o restaurador y lo entenderás.
Un saludo
Fco. Javier de la Ossa Bermúdez
Pues sí Fco Javier, soy estudiante de Física, pero no quita que me guste leer libros sobre historia de arte y más sobre la imágenes sevillana.
ResponderEliminarEn entrevistas y artículos varios, han resaltado a esta imagen como cumbre, en la cual se habrán basado en sus fuentes.
Como comprenderás pienso que es una de las pocas imágenes procesionales de Castillo que no se parece a ninguna otra, ya que con la técnica del sacado de puntos hay muchas y muy parecidas. Prendimiento,Beso de Judas y Bellavista; son por ejemplo 3 gotas de agua, por no decir los numerosos romanos y vírgenes que se parecen , más alguna que otra hermandad le echó para atrás, alguna talla, por los vicios del imaginero. Por ello he puesto lo de cumbre.
Gracias por su comentario y le preguntaré directamente a las personas donde me baso en mi referencia.
Yo estoy de acuerdo en señalar esta obra como cumbre, Desde luego soy licenciada en Química, pero adoro el arte y me encanta formarme acerca de ello y veo en esta obra un gran esfuerzo por parte del autor. no creo que lo que una persona haya estudiado sea impedimento para formarse en otros temas y como tal opinar.
ResponderEliminarSaludos y besos.
Don Francisco Javier, permítame decirle que no es privativo de aquel que estudia Historia del Arte opinar de lo que en esencia es, cultura, todos y cada uno de los seres que hayan apreciado la majestusidad de esta maravillosa obra pueden dar su humilde impresión. Joaquín, precisamente, no habrá estudiado arte... quizás no tenga esa visión artística, pero te aseguro que sobre lo que le gusta se informa y se documenta a fondo, por supuesto y por encima de todo, este tipo de obra, imagen procesional para ser más concisos. Si afirma que él no es "nadie" para ofrecer en su blog lo que él quiera expresar, usted no es nadie, y con perdón, para decirle precisamente lo que le dice. Todos somos libres de expresar tanto nuestras opiniones y nuestras impresiones, aun más si son documentadas.
ResponderEliminarAhora, hablando desde un punto de vista personal, y sentimental, le digo que sí, es obra cumbre; las esculturas, tallas, pinturas et varia, están concebidas para el deleite de la res pública, ahora bien... fíjese usted en la pasión que ésta imágen, y no otras del mismo imaginero, despierta... ¿Qué me dice? ¿Sigue afirmando que no es su mayor obra de arte? Piénselo. Por supuesto, no intento cambiar su opinión, sólo que no intente cambiar la de los demás.
Sin nada más que aportar... Un saludo Don Francisco Javier.
Me arriesgaría a decir que la mano de Castillo Lastrcci se nota, en el sentido de cuando cojía una gubia y trabajaba la madera. Por que el lo que tenía era un taller donde contrató a muchos aprendices. Yo dudaría que los romanos y muchas de la imágenes secundaria que existen salieran de su gubia. De los aprendices seguro pero de su gubia no.
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