El Martes Santo se quedó huérfano de cofradías en la calle. Al mediodía, la hermandad del Cerro del Águila comunicaba la suspensión de su Estación de Penitencia.
Conforme llegaba la tarde, como el efecto dominó, todas las corporaciones iban diciendo que no a sus hermanos, siendo la última en hacerlo la hermandad del Dulce Nombre.
No hay que extenderse porque el día no dió para más. Hay que comentar, como anécdota, que la hermandad de San Esteban, tras comunicar su decisión de no salir, fue a la Casa de Pilatos en procesión a recoger un Lignum Crucis que se colocó en la delantera del paso de misterio y se le rezó el piadoso Vía+Crucis.
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