Paseando por las calles del centro, pude ver en Sierpes un homenaje a un artista de la calle.
Se llamaba Fernando, tocaba la guitarra y cantaba por Fandangos de Huelva, su tierra. Hace poco nos ha dejado ese señor, que sentado en un silla plegable llenaba los alrededores del Café Madrid de su música y su duende.
Descanse en Paz.
PERSONA DE CORAZON GRANDE Y NOBLE.......... REGALO SONRISAS Y MELODIAS INOLVIDABLES, QUE QUEDARAN GRABADAS ETERNAMENTE EN EL CORAZON DE LOS VIANDANTES, Y DE TODO EL QUE LO CONOCIO...... OLEEEE MAESTRO........ OLE TROVADOR....... OLE,OLE Y OLE....... OLE FERNANDO BLANCO.
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